España barre en España

La selección española de fútbol ha hecho historia. No sólo por proclamarse campeona del mundo, sino por muchas más cosas que las deportivas. Ellos solitos, con buen juego, con toque y valentía se han convertido en la emisión más vista de la historia de la televisión en nuestro país.

El trabajo en equipo, el esfuerzo, la honestidad, la humildad, la ilusión… han desbancado a cualquier otro asunto en España. España barrió, ni películas de estreno, ni series irrepetibles, ni amarillismos, ni corazón rosa, ni reality shows, solo España, dos colores y una bandera. España y nadie más. Por fin el público se siente orgulloso de ser español y no se avergüenza de decirlo y sacar pecho, deja de lado aspectos políticos absurdos e irrelevantes. ¡Somos españoles!

La emisión del partido de la final se presumía que batiría records. Algunos vaticinaron que llegaría hasta el 90 por ciento de share. No se equivocaron, de cada 10 espectadores casi 9 estaban mordiéndose las uñas sufriendo con la selección. Nadie ha conseguido tal gesta televisiva. ¡Enhorabuena por todo y más!

Telecinco versus Canal+: dos emisiones en las antípodas
Telecinco gracias a su acuerdo de fusión con Cuatro se hizo con los derechos en abierto para la emisión de los partidos de España, el inaugural, una semifinal y la final. A los de Fuencarral les ha salido redondo, los números no los han desvelado todavía pero es muy probable que hayan recuperado la inversión, aspecto muy inusual en eventos de estas características en España.

Por el mismo acuerdo, Canal+ y Canal+Liga emitían todos los partidos del mundial: C+ los mismos que T5 y C+Liga, todos los del campeonato.

Pero como era lógico cada cadena personalizó a su manera las emisiones. Telecinco con un equipo abanderado por J.J. Santos y Paco González. Éste último entró in extremis debido a su marcha forzada de la Cadena Ser y de su programa estrella Carrusel Deportivo. Les acompañaron los comentaristas Antonio Camacho y Guillermo Amor, y la periodista a pie de campo, Sara Carbonero. A priori los nombres prometían.

Pero ahora que ha terminado el mundial hay que decirlo con todas las letras, los de T5 defraudaron, sobre todo Paco González. No estuvo a la altura, no fue un buen narrador televisivo. Se le notó demasiado la inexperiencia televisiva en ese campo y cargó con explicaciones excesivas, reiterativas con la imagen y sobre todo, un estilo anticuado y nada atractivo, más propio de un aficionado, a pesar de ser uno de los grandes comunicadores de este país.

Nada favoreció el trabajo de Sara Carbonero la esperpéntica polémica inventada por la prensa más amarilla del planeta sobre su relación con el portero de la selección y la posible influencia en el trabajo muto. Lo peor fue cuando desde Telecinco se calentó aún más el ambiente y se dijeron cosas nada apropiadas de Iker Casillas, injustas e impropias. A Carbonero, sus propios compañeros de cadena le fueron infieles y viles carroñeros, le faltaron el respeto y pusieron en duda su profesionalidad, una compañera. Actitud absolutamente despreciable.

Pero Iker se ocupó de zanjarlo. Como un mortal más, con espontaneidad y pasión besó en directo a su novia. Como nadie acayó las bofetadas de los más estúpidos comentarios. Esperemos que aquellos inútiles e iluminados que se ganan la vida con falacias del mundo rosa abandonen de una vez por todas la estupidez e inviertan el tiempo en algo productivo, que el país no está para boberías.

Canal+ como siempre, aséptico pero con la máxima calidad que caracterizan a sus retransmisiones, hizo disfrutar con su reducido equipo desplazado a Sudáfrica a todos sus afortunados abonados (para quien lo pueda pagar que barato no es). Y por su puesto no entró en la polémica rosa y se dedicó al fútbol, que para eso es un campeonato del mundo FIFA.

Lo mejor, España campeona. Lo sobresaliente es que ahora muchas cosas han cambiado y la historia, como debe ser la escriben los héroes, los humildes, los trabajadores y no la vagancia, la caradura ni el canalla. Los políticos debían tomar buena nota de ello. La victoria se consigue y se merece, no se protesta, ni se llora, ni se culpa a otros, se actúa y punto. ¡Enhorabuena España!